Hoy, 25 de julio, España celebra a su patrón, Santiago el Mayor, uno de los apóstoles de Jesucristo y el primero de sus discípulos en morir por él. En la Biblia, aparece mencionado bajo el nombre de Jacobo, del latín Iacobus y que derivó en nombres como Iago, Tiago, Jaime, Santiago (Sanctus Iacobus).
Tras su muerte, ordenada por Herodes Agripa I, el cadáver de Santiago Zebedeo (su nombre antes de declararse apóstol) fue robado por sus discípulos, quienes lo trasladaron desde el puerto de Haffa en Palestina a Galicia, tierra donde Santiago había predicado. Tras una larga travesía, la nave consiguió llegar hasta el puerto de Iria Flavia, la que era capital de la Galicia romana, para posteriormente trasladar los restos de Santiago hasta Compostela.
Un ermitaño llamado Paio fue quien alertó a Teodomiro, obispo de Iria Flavia, del hallazgo de tres monumentos funerarios en el monte Libredón, señalado por una potente estrella (de ahí el nombre de Compostela, el que deriva del latín campus stellae, campo de estrellas). Uno de los monumentos allí hallados guardaba el cuerpo degollado de Santiago con su cabeza bajo el brazo con un cartel que indicaba: “Aquí yace Santiago hijo del Zebedeo y de Salomé”. Teodomiro informó sobre el descubrimiento al rey galaico-astur Alfonso II el Casto, quien, tras visitar el lugar, nombró al Apóstol patrón del reino y mandó construir una iglesia en su honor.
Las leyendas alrededor de la figura de Santiago Apóstol están llenas de misterios y curiosidades que han cobrado mayor fuerza con el paso del tiempo. Y es que, tras el hallazgo del sepulcro santo gallego, pronto se extendió por toda Europa la noticia convirtiendo a Santiago Apóstol en el gran símbolo de la Reconquista española.
Podemos decir, por lo tanto, que el rey Alfonso II el Casto fue realmente el primer peregrino de los millones que posteriormente peregrinarían a la capital gallega a través de las diferentes rutas que conforman el Camino de Santiago.
La historia de Santiago Apóstol se nutre de una rica combinación de rigor histórico y leyendas mágicas y, el periplo de los restos del Apóstol continuó ya que, según la tradición oral, en el siglo XVI tuvieron que ser escondidos para evitar la profanación de los piratas que desembarcaron en 1589 en A Coruña.
En Galicia, el 25 de julio, a la celebración del Día de Santiago Apóstol se suma el Día Nacional de Galicia o Día da Patria Galega. La doble celebración este año es aún más especial por tratarse de un Año Santo, el Xacobeo 2021.
¡Santiago y cierra, España!
¡Santiago y cierra, España! es un lema perteneciente a la tradición cultural española, inspirado en un grito de guerra pronunciado por las tropas cristianas durante la Reconquista, en batallas como la de Navas de Tolosa y las españolas del Imperio y de época moderna antes de cada carga en ofensiva. En el corpus impreso del español aparece citado en el siglo xvii, en poemas y dramas de carácter histórico.
En el corpus impreso del español aparece citado en el siglo xvii, en poemas y dramas de carácter histórico. A partir del siglo xvii, variantes del lema aparecen citadas en dramas y poemas de inspiración histórica de Pedro Calderón de la Barca, Antonio Hurtado de Mendoza, Lope de Vega o Pedro Francisco de Lanini. Según esta tradición, ¡Santiago!, ¡Cierra! y ¡España! se habrían gritado como voces de guerra, sin necesariamente combinarse en una sola frase.
El significado de la frase es, por una parte, invocar al apóstol Santiago, patrón de España y también llamado Santiago Matamoros, y por otro, la orden militar cierra, que en términos militares significa trabar combate, embestir o acometer; «cerrar» la distancia entre uno y el enemigo. Cierra también hace referencia a cerrar filas, para que nadie abandone su puesto en combate y que las líneas de defensa queden huecos que el enemigo pudiera atravesar. El vocativo España, al final, hace referencia al destinatario de la frase: las tropas españolas.
Según la tradición militar española, una vez acabada la Reconquista, la frase no habría dejado de utilizarse, especialmente por las brigadas de caballería, en cuyo himno está incluida la expresión que nos trata, como cierre del mismo.
Ramón María del Valle-Inclán, en su obra Luces de Bohemia, la convierte en «Santiago y abre España, a la libertad y al progreso» en labios del modernista Dorio de Gádex.
Fuentes: Wikipedia, A3